CAPITULO 5
El doctor Deventeg pensaba en los cadáveres que estaban en el suelo
de la isla cuando derrepente se dio cuenta de que lo perseguían y
empezó a correr. Cuando llego a la playa cogió la cantimplora y
regreso al barco. Al llegar se encontró a la supuesta tripulación
hechas en unas fieras. Huyo del barco y fue a una isla próxima
pero cuando bajaba las escaleras se dio cuenta de que también
se había convertido en una fiera por que tenía las manos peludas
y con garras.